ANZORC

¿QUE HACEMOS ?

CONTRIBUIMOS A LA REFORMA AGRARIA INTEGRAL

Proponemos, a partir de la experiencia de las ZRC, un modelo de desarrollo rural que pone en el centro el respeto por la vida y la naturaleza, que regula el extractivismo y la devastación de los bienes comunes y que garantiza la integralidad de los derechos para toda la población agraria. La política de tierras que proponemos busca: garantizar la redistribución, acceso y protección de la tenencia de la tierra, respetando la función social de la propiedad rural y la agricultura familiar, campesina y comunitaria; el reconocimiento de los territorios campesinos, indígenas y afrocolombianos como claves para el desarrollo sustentable, la distribución eficaz y democrática de la tierra como un paso urgente en la consolidación de la Paz estable y duradera con justicia social. Reconocemos el Acuerdo de Paz firmado entre las FARC- EP y el Estado colombiano, identificamos en la Reforma Rural Integral (RRI) asuntos prioritarios para nuestro modelo de desarrollo económico; en las que resaltamos: 1.1.10. Cierre de la frontera agrícola y protección de zonas de reserva, 1.1.5. Formalización masiva de la pequeña y mediana propiedad rural, 1.2. Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y 1.3. Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral; lo anterior desde una política diferencial con enfoque de género que propenda por la igualdad de derechos en el campo colombiano.

IMPULSAMOS Y CONTRIBUIMOS AL FORTALECIMIENTO DE LA FIGURA DE ZONAS DE RESERVA CAMPESINA

Como figura jurídica, es el principal avance que los campesinos hemos logrado en nuestro propósito de construir una política rural integral y el avance de la Reforma Agraria, que nos permite tomar decisiones sobre nuestro territorio, a través del ejercicio pleno de nuestros derechos y la satisfacción de nuestras necesidades, como base del reconocimiento de la identidad campesina y del campesinado como un sujeto político de derechos, con capacidad de gestionar el territorio a partir de las experiencias de gobernanza comunitaria, basada en el respeto por la naturaleza, la reproducción de la vida y las diferentes concepciones culturales y cosmogónicas del ambiente. Bajo los principios de Transformación estructural del campo, Bienestar y buen vivir, la zonificación ambiental participativa, el Desarrollo sostenible y la Participación social-comunitaria, que le apueste a la delimitación de la frontera agrícola, a la protección de la vida y de las áreas que deben tener un manejo ambiental especial y oriente alternativas sostenibles para las comunidades rurales que habitan o que colindan con ellas.

IMPULSAMOS EL FEMINISMO CAMPESINO Y EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER CAMPESINA

Reconociendo la importancia y el papel histórico de las mujeres en la construcción del movimiento campesino, ANZORC en el 2016, apoya la conformación de la Coordinadora Nacional de Mujeres de las Zonas de Reserva Campesina –CNMZRC-, como una forma organizativa de la ANZORC para la articulación de los procesos de mujeres en las Zonas de Reserva Campesina, con enfoque de género, y de derechos, con carácter incluyente, democrática, plural, autónoma y equitativa. Que trabaja desde la perspectiva feminista campesina para promover la organización de las mujeres del campo, disminuir los índices de violencias basadas en género, desarrollar procesos de formación en liderazgos para la defensa de la tierra, el territorio y la soberanía Alimentaria e incrementar los niveles de participación efectiva en los escenarios de incidencia interna y externa de la ANZORC. Uno de los resultados de este ejercicio fue construcción de la Política Institucional de Género de la ANZORC, sobre la cual, se está en proceso de implementación en todos nuestra estructura organizativa y ejes de trabajo.

CONTRIBUIMOS A LA CONSOLIDACIÓN DE UNA PROPUESTA DE ECONOMÍA CAMPESINA

Que parte de la tenencia y la seguridad jurídica de la tierra bajo la figura de ZRC, con garantías para la permanencia en el territorio, la vida digna, con enfoque de género, que promueve el cuidado del medio ambiente, la producción parcelaria, el uso y custodia de las semillas nativas, la comercialización justa, la trasformación y consumo de los productos campesinos, el empoderamiento económico de la mujer campesina; fortaleciendo las formas asociativas en todos los niveles del circuito económico: producción, transformación, distribución y comercialización. Que garantiza; el acceso a los medios de producción, acorde con los postulados de la reforma agraria integral; la investigación e innovación tecnológica en clave del rescate del saber campesino y de la agroecología; el acceso a mercados y cooperación; la producción y diversificación productiva; la minería campesina; la reconversión de sistemas productivos; y la sustitución gradual y efectiva de los cultivos de coca, marihuana y amapola.

CONTRIBUIMOS AL RECONOCIMIENTO DEL CAMPESINO COMO SUJETO POLÍTICO DE DERECHOS Y A LA PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS CAMPESINOS Y LOS DERECHOS HUMANOS

Si bien reconocemos que el campesinado no es una etnia, sí nos reafirmamos en nuestra identidad propia que se produce y es productora de relaciones sociales que se construyen, inicialmente, alrededor de las reivindicaciones al derecho al acceso a la tierra y el ambiente de manera sostenible; de allí parten todas nuestras relaciones económicas, políticas y culturales que propenden por el mantenimiento de la seguridad y la soberanía alimentaria de nuestras familias y la nación. En consecuencia, apostamos a la figura de Zona de Reserva Campesina como una entidad territorial para el reconocimiento del campesinado como sujeto político, cultural, colectivo, social, ambiental y de derechos. Lo anterior partiendo de los preceptos de la lucha histórica del movimiento campesino nacional y mundial, que fueron recogidos en la propuesta de los Derechos Campesinos de la Vía Campesina y parte en la Declaración Internacional de los Derechos Campesinos y otras personas del campo, de las Naciones Unidas; de lo dispuesto por la Directiva 007 de 2018 de la Procuraduría General de la Nación y la Sentencia STP2028-2018 de Corte Suprema de Justicia. En ese sentido, de manera permanente trabajamos en pro de la promoción, la defensa y el goce pleno de los derechos fundamentales de las comunidades campesinas, buscando que las entidades estatales e internacionales aseguren el respeto de los DDHH y el DIH y generen las condiciones mínimas que requerimos para continuar habitando nuestros territorios y defendiendo la vida.